Textos redactados por los dos estudiantes que sí cumplimos con esta actividad, parodiando al buen escritor Héctor Abad Faciolince
CINDY SANTIZ GAMARRA
Colombia: boceto para un
retrato (Breve resumen del país)
Somos un país
emergente, luchador, con privilegios geográficos que apreciamos a simple vista, lleno de
bastas selvas vírgenes, con regionalismos acentuados en las prácticas
culinarias, en el acento al hablar, en las fiestas, y con comunidades aborígenes que perduran y
perviven a través de los siglos, que se niegan a desaparecer aún en contra de
los embates a los que han sido sometidos desde tiempos remotos, dueños de una
cultura ancestral que ha sido
menospreciada por la mal llamada sociedad civilizada.
En cada rincón de
Colombia se distingue de manera particular
el caluroso afecto de una persona que a pesar de los actos de violencia
armada que nos han marcado brinda una
hospitalidad inigualable que es especial en cualquier lugar del mundo.
Exclusivamente los
Colombianos somos conocidos en todo el mundo por el particular modo de ver la
vida, en cada rincón del planeta hay un colombiano que se desvive por su país a
pesar de estar a kilómetros de distancia o de haber tenido que partir por
causas indómitas
Somos víctimas de malos
sistemas políticos que han propiciado el auge de una violencia armada interna
de más de 50 años que parece no tener fin, pero que hoy día hay bases reales
para conservar o soñar con la esperanza de vivir en un país en paz, que deje de
invertir el presupuesto de la Nación en el armamentismo de la defensa de una
guerra que irracionalmente se libra entre hermanos de un mismo territorio.
Es muy difícil
imaginarse una Colombia en paz, cuando en el imaginario colectivo la vida no es
asumida con el amor y el respeto que se
merece, cómo ver la paz reflejada si por las calles se observa la inseguridad,
si matan por un célular o por cualquier tontería, si hay miles de niños
abandonados en la calles o siendo víctimas de abusos sexuales y bajezas de inimaginable
degradación sin quién los defienda, es difícil imaginar la paz si hay tanta
corrupción, violencia de todo tipo, desempleo, descomposición social, etc.
Estamos ad portas de
lograr un acuerdo entre el Gobierno actual liderado por el Presidente Juan
Manuel Santos y las Farc, por lo cual indudablemente Colombia va a cambiar si se firma el acuerdo
de fin del conflicto armado con las guerrillas de las Farc y el Elen, tal vez entonces
el presupuesto de la guerra que tantos miles le roba a la inversión social logre llevarse hacia la solución de las verdaderas problemáticas
que truncan el Desarrollo de un país que ya no soporta más muertes injustas e
innecesarias.
Pero esta paz, no es
realmente el fin de las causas que truncan el progreso, es sólo el comienzo de
la gestación de nuevas políticas públicas que inviertan en la transformación de
Colombia en todos los aspectos, a nivel tecnológico, educativo, económico,
cultural, social, etc. NAGOT FERRARI OROZCO
Colombia sigue siendo
un resumen del mundo a pesar que han pasado varios años desde que el escritor,
Héctor Abad Faciolince escribió el artículo, aún persisten los
mismos problemas todavía observamos como las riquezas del país las manejan y
están en manos de grupos mayoritarios de color blanco, el racismo la
discriminación, aún persisten y se vislumbra que nunca dejara de existir
mientras el mundo sea mundo, para nadie es un secreto que los blancos en al
país controlan el poder político, hablar de Colombia ha cambiado mucho
sería una mentira total, todavía el país está subdesarrollado, el desempleo, la
pobreza, la falta de recursos, los problemas de salud todos estos están
presentes en el vivir de Colombianos, si usted quiere ver un poco de desarrollo
de las comunidades se podrá dar cuenta que estas solo se observan en barrio de
clase social alta, Colombia es y seguirá siendo por muchos años la misma de
siempre, y la parte pobre parecida a regiones pobres de África y Asia.
En lo que tiene que ver
con las culturas, todavía hay esa mezcla porque seguimos siendo hospitalarios
con todos los extranjeros anuqué a nosotros en el exterior nos insulten y nos
boten como perros, como sucedió en días pasados que sacaron de Venezuela a
personas que dignamente se ganaban la vida y vivían en el vecino país,
somos tolerantes ante estos abusos, indolentes ante el maltrato de que son
objetos nuestros coterráneos, y el gobierno no hace nada, porque simplemente
porque a ellos no les suceden estas situaciones, comen buenos banquetes, van a
sitios privilegiados, sus sueldos son las caros del país, poseen bienes
materiales, carros, fincas etc. Colombia no ha cambiado nada, lo que nos gusta
es el perdón y el olvido y seguir viviendo con lo mismo.
En cuanto a las
ciudades todavía existe el centralismo, todo gira en torno a la capital, que es
el centro del poder nacional, las grandes ciudades todavía reciben a los
campesinos que dejan sus tierras en busca de un mejor futuro, que no ven en sus
municipios, y en esto desde la conformación del estado no ha cambiado nada, la
vida citadina siempre ha sido anhelada por los campesinos, ya que el desarrollo
no alcanza a llegar hasta donde ellos, quienes se asombran cada vez que pisan
ciudades como Bogotá y Medellín, y las ciudades grandes también, poseen los
grandes hospitales de Colombia y los mejores especialistas, cuando una persona
se enferma en un municipio si no se quiere morir tiene que emigrar a las
grandes ciudades, entonces Colombia no ha cambiado nada.
Si hablamos de nuestro
lenguaje podemos decir que ha cambiado en el sentido de que ahora se te pide
que hables el inglés en todas partes y hasta es necesario para tu historia
laboral, y requisito indispensable para recibir el grado profesional en todas las
ramas del saber educativo, nuestro español está perdiendo la batalla ante la
lengua inglesa, ya que no apreciamos que hablamos el español más
hermoso y correcto de américa.
En cuanto a quien nos
gobierna actualmente, se cambió de Álvaro Uribe a Juan Manuel Santos, como
cambian cada cuatro años los gobiernos, pero sigue la misma inoperancia y el
despilfarro de los bienes de la nación, los políticos nunca buscan el bienestar
de las comunidades, sino el suyo propio legislan para aumentarse los sueldos, y
transportarse en lujosas camionetas sostenidas con los dineros públicos.
Aún hay desplazados, se
construyen nuevas vías de comunicación pero Colombia sigue igual, la
desigualdad y la pobreza aún están presentes en nuestras vidas. Se trabaja por
la paz. Pero aún se observa la violencia que nos caracteriza y nos estigmatiza.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario